La tolerancia la definimos como la aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa. También podemos decir que es la capacidad de saber escuchar y aceptar la opinión de los demás sin ninguna indiferencia y ponerse en el lugar del prójimo.
La tolerancia si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia es una virtud de enorme importancia.
El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se dice que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar.
¿Cuándo se debe tolerar algo? La respuesta es: siempre que se estime que ha de ser peor el remedio que la enfermedad. Se debe permitir un mal cuando se piense que impedirlo provocará un mal mayor o impedirá un bien superior. Defender una doctrina, una costumbre, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento.
Con este concepto entendemos claramente que la verdad siempre surge desde la individualidad y que las verdades solo nos llevan a un camino de confusión.
Hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse.
Patricia y Juanfra
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