
Bajé del avion y mi padre me estaba esperando. Como cualquier otro verano llegé a la casa de mis padres y me instalé pero este era diferente, intuía que iva a suceder algo que marcaría mi vida, y así fue.
El día que me fui a estudiar a Amsterdam lo pasé junto a Victor, mi mejor amigo, hasta que llegó la hora de despedirnos, lo pasamos bastante mal, el pensaba que no volveriamos a ser lo que eramos, pero yo sabia que si.
Justo antes de aterrizar le llamé para decirle que le esperaba donde siempre, el se quedó sorprendido y me colgó. Pensaba que no quería verme pero en cuanto dejé las maletas en mi casa fui a ese lugar, y ahí estaba esperandome desde que le llamé, sentado en el banco en el que precisamente nos despedimos.
Estuvimos toda la tarde hablando, contandonos lo que nos había pasado durante todo este tiempo, yo le noté diferente, como si quisiera decirme algo. Nos despedimos y decidimos quedar para cenar.
Yo estaba completamente enamorada de el, tanto que no sabía ni como decirselo porque sabía perfectamente que el no sentía lo mismo asique esa noche fui dispuesta a confesarselo ya que a los pocos dias tenía que regresar a Amsterdam y no podía irme sin decirselo.
Fui al restaurante y allí estba el, nos sentamos y comenzamos a cenar. El empezó a hablar, me decía que estaba muy contento de que hubiera vuelto y que se alegraba muchísimo de que siguieramos siendo los mismos, entonces no pude decirselo no me salían las palabras, pensaba que era una tonteria. Le dije que tenia que volver y el se quedó como si quisiera decirme algo pero nunca lo dijo, solo me dijo que no me fuese, que no me quería perder de nuevo, o que como fuese se vendría conmigo, yo al final le convencí para que se quedara aquí, le aseguré que en dos días volveria.
Al día siguiente me acompañó al aeropuerto, me dió un beso rozando mis labios, y subí al avión sorprendida.
Al cabo de dos días regresé y allí estaba él, esperándome en el aeropuerto como si se hubiese quedado ahí los dos días, nada más llegar me lo confesó todo, me confesó que llevaba todo este tiempo buscando una manera de decirme todo lo que me quería, lo que sentía por mi, se me saltaron las lágrimas no podía creermelo, sentíamos lo mismo y no nos lo habíamos dicho antes. Desde ese momento mi vida cambió.
Maria y María del mar.
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