Un sueño hecho realidad

miércoles, 4 de mayo de 2005

El domingo 21 de marzo a las 7:00 am salimos del Colegio Portomagno rumbo al puerto de Valencia, una vez allí facturamos las maletas y nos entregaron una tarjeta con nuestro nombre para poder embarcar y desembarcar en los distintos puertos. Al cabo de una hora aproximadamente embarcamos. Al entrar, nos encontramos con un grupo de mariachis dándonos la bienvenida. Directamente nos fuimos a almorzar. Por la tarde, conocimos a nuestros acomodadores y seguidamente estuvimos colocando nuestras maletas y visitando el barco. A las 19:00 pm zarpamos camino a Barcelona. Por la noche, cenamos en el restaurante Coral, donde nuestros camareros llamados Julio César, Guadalupe, Johnny y Javi se presentaron. Después de la cena fuimos a la discoteca Starlight. La primera noche fue de manera informal.

El desayuno del día siguiente fue a las 8:00 am, desde allí nos trasladamos a la discoteca y las monitoras nos asignaron el autobús. Hicimos una visita a la Barcelona de Gaudí, la guía nos contó una anécdota muy curiosa de Gaudí: como este señor estaba siempre instalado en su universo, inventando nuevas formas de arquitectura y pensando nuevos movimientos, se le olvidaba comer y sus familiares le colgaban del techo una bolsa de plástico llena de alimentos todos los días para cuando él estuviera dando vueltas por la habitación se diera con la bolsa en la cabeza y se acordara de que tenía que comer. Fuimos a ver la Sagrada Familia y el Parque Güell. Esa noche la cena también fue informal. Más tarde nos dio un pequeño susto un trabajador que iba borracho por nuestro pasillo.

El martes visitamos Mónaco y Montecarlo. Nos encantó debido a la tranquilidad y las maravillosas vistas que tiene. Pero claro, son unas ciudades bastante caras, ya que el metro cuadrado es de 45.000 euros, por un botellín de agua de medio litro nos cobraron 4,50 euros... Esa guía era muy antipática. Después de todo esto y del almuerzo hicimos un simulacro de evacuación en el barco.
Para ir a Montecarlo cogimos una barca. El vestuario recomendado para esa noche era el tropical y nuestros camareros nos hicieron un pequeño espectáculo. Los animadores nos enseñaron a bailar la canción de I gotta feeling.

El miércoles vimos Florencia y Pisa. Vimos la catedral de Florencia. Nos echamos la típica foto con la Torre de Pisa, escuchamos un bonito y emotivo canto en la Iglesia de Pisa... En el almuerzo fuimos a comer a una pizzería de allí.
Esa tarde conocimos a un grupo de niñ@s de Cádiz. Por la noche fuimos todos juntos a la disco vestidos de blanco y negro. Allí conocimos a gente de Almería y le gastamos una pequeña broma a nuestra profesora Reme.
En el barco íbamos unas 600 personas de viaje de estudios, todos mayores que nosotros. Pero igualmente hicimos amistades.



El jueves estuvimos en Roma. Desde fuera vimos el Vaticano donde por lo visto ese día el Papa echaría las bendiciones y por lo tanto la Plaza de San Pedro estaba llena de gente. Visitamos la Fontana de Trevi, fuimos en metro y nos dirigimos a la Plaza de España donde pasamos un buen rato bailando el Chipi chipi. El almuerzo fue en el McDonald. Luego realizamos nuestras compras. Ya a la noche fuimos como siempre a la disco, vestidos con disfraces.

El viernes fuimos a Nápoles y a Pompeya. Allí estuvimos visitando las ruinas de Pompeya y ya la ciudad de Nápoles. La tarde la pasamos con nuestros amigos jugando al bingo y ¡a nuestra compañera María del Carmen Rubí Fuentes le tocó el premio! Las animadoras estuvieron entreteniéndonos como todas las tardes con bailes y juegos. Por la noche fuimos como una rutina ya a la disco de gala.

El sábado estuvimos navegando durante todo el día y aprovechamos nuestro último día grabando vídeos, echándonos fotos, asustando a la gente, riendo y pasándolo bien. Algunos compañeros de clase junto con otros compañeros hicieron un juego de pasa el micro. Nuestra última noche fue de blanco y estuvimos con nuestros amigos en la disco. Esa noche no dormimos, íbamos tocando las puertas para despertar a la gente y conversar con ellos. A las dos de la mañana dejamos nuestras maletas en la puerta de nuestra habitación.

Ya el domingo veníamos de vuelta a Roquetas de Mar. Para el desembarque nos iban llamando por colores, el nuestro era el verde (los últimos). Estuvimos en la Sala Tropicana esperando nuestro regreso. Todos dormidos.

Durante el viaje hubo algún que otro mareo, rollo y borracheras... Pero sobre todo hubo mucho compañerismo.

¡Y ya se acabó todo...! Esperamos a volver a reunirnos todos algún día.

Patricia y Juanfra

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